Tusau kesu/Tusaukeser - el rito del primer paso

Tusau kesu (traducido del kazajo como "cortar las ataduras") es una antigua costumbre kazaja dedicada a los primeros pasos del niño. Se cree que, tras este ritual, el bebé empezará a caminar con seguridad, sentirá un fuerte apoyo bajo sus pies y estará protegido de fracasos y enfermedades.

Según la leyenda, si no se realiza el tusau kesu, el niño puede crecer torpe, tropezar a menudo y experimentar dificultades en el camino de la vida. Independientemente de la creencia en el poder mágico del ritual, este evento se convierte en una festividad brillante y significativa que permanece en la memoria de la familia durante mucho tiempo.

La fecha exacta del ritual no es fija; se lleva a cabo cuando el niño empieza a caminar de forma independiente. El tusau kesu suele coincidir con el primer cumpleaños. Si el bebé camina a los 10-11 meses, el ritual puede realizarse antes del año, y si es más tarde, en consecuencia, más tarde.

La festividad puede organizarse en casa, al aire libre o en un restaurante. Atributos necesarios: un flagelo multicolor (ala zhip), generalmente bicolor o tricolor. Cada color tiene su propio significado (por ejemplo, rojo: fuerza vital, blanco: pureza, negro: protección), y un paño blanco (ak zhol), símbolo de un camino brillante y próspero.

Un bebé con traje nacional se coloca frente a un paño blanco y se le atan las piernas con un flagelo en forma de ocho.

Una persona respetada, un kesushi (generalmente una persona exitosa y feliz), corta el flagelo y dice buenas palabras de despedida. Toma al niño de las manos y lo guía por el ak zhol (camino blanco). Los invitados colman el camino del bebé con dulces y monedas para su felicidad y bienestar. Al final del paño se colocan diversos objetos: libros, herramientas, joyas, dinero, etc. Lo que el niño elige simbólicamente indica su futuro. Se entrega un paño blanco a una pareja sin hijos como bendición por el nacimiento de un hijo. La celebración continúa en el dastarkhan, una mesa generosamente servida. A menudo se añaden entretenimiento moderno: zonas de fotos, concursos infantiles y regalos para los invitados. Así, la antigua tradición convive armoniosamente con las formas modernas de celebración, preservando la identidad nacional y el calor familiar.