El 17 y 18 de octubre, el Teatro de Ballet de Astaná estrenará la producción en dos actos "Dos Alfombras", una obra coreográfica a gran escala inspirada en la antigua leyenda azerbaiyana de la alfombra Shirvan.
El estreno del ballet se realizó con el apoyo del Ministerio de Cultura e Información de la República de Kazajistán, contribuyendo significativamente al desarrollo del diálogo cultural y a la promoción del arte coreográfico contemporáneo en el país.
El ballet transporta al público a un mundo donde el patrón se convierte en el lenguaje de los sentimientos, y cada hilo es el guardián del destino humano.

Esta es una historia de amor que nace en la infancia y que sobrevive a las pruebas de la guerra, la separación y el tiempo. A través del dolor y la esperanza, los personajes se reencuentran, y la alfombra que los acompaña en su viaje se convierte en un símbolo de fidelidad y fortaleza espiritual.
"La especial profundidad de la obra reside en su reflejo del mundo interior de la mujer, su elección entre el amor y el sacrificio", señalan los creadores de la producción. "Esta es una historia sobre la perseverancia, sobre la capacidad del corazón para mantenerse fiel a pesar de las adversidades del destino".
Valery Kopeikin, libretista y cerebro del proyecto, señala que el objetivo principal de la producción es que la gente vuelva a ver el ballet.

"El ballet clásico siempre encuentra su público, pero nuestro objetivo era crear algo diferente: una obra contemporánea en la intersección de los estilos clásico y neoclásico. Buscábamos no solo mostrar una danza, sino contar una historia, para que el público comprendiera desde el primer minuto de dónde venían y qué se esconde detrás de lo que sucede en el escenario", dijo Kopeikin.
Valery Kopeikin también señaló que, mientras trabajaban en la producción, a menudo tuvieron que revisar el guion y acordar repetidamente los detalles, pero finalmente, el equipo logró encontrar la solución creativa adecuada.
El director y coreógrafo del ballet, Alexander Mogilev, quien logró plasmar la narrativa épica en un lenguaje coreográfico refinado, señaló que trabajar en la producción fue memorable por su atmósfera creativa y el maravilloso equipo. Como artista, el proceso de creación en sí mismo es muy importante para mí. Para el público, la función dura dos horas, pero para nosotros es mucho más: una inmersión profunda en la cultura oriental. Me inspiró profundamente la gente y la cultura de Kazajistán: su apertura, su capacidad de mirar a los ojos sin miedo. En cada proyecto, intento descubrir algo nuevo, y "Dos Alfombras" es especial en este sentido: combina a la perfección modernidad y tradición", compartió Mogilev.
La música fue compuesta específicamente para la función por el compositor Arseniy Smirnov, quien combinó melodías orientales con un alcance sinfónico.
La escenografía fue creada por Anastasia Kapustina, y el vestuario fue obra del reconocido diseñador Igor Chapurin. Alexandra Artamonova desarrolló los gráficos digitales y la animación, aportando profundidad visual y dinámica contemporánea a la acción escénica. La música será interpretada en directo por la Orquesta Sinfónica del Teatro de Ballet de Astaná bajo la dirección del director principal Arman Urazgaliyev. La fusión de la potencia orquestal y la expresiva coreografía transforma la producción en una verdadera síntesis de las artes, desde el drama clásico hasta el teatro digital.
El director artístico del teatro, Nurlan Kanetov, destaca que "Dos Alfombras" es el resultado de la combinación de esfuerzos creativos de la compañía internacional MOSAIC DEL ARTE y el Teatro de Ballet de Astaná.
"El valor de este proyecto reside en la sinergia de dos conjuntos fuertes. Continuamos nuestra fructífera colaboración: el año pasado, el público recibió con entusiasmo el ballet rock "Perdón Ciego", que se representó en Atenas, Astaná y Almaty. El estreno de hoy es un nuevo paso en nuestro camino compartido, un símbolo de unidad creativa e inspiración mutua", señaló Kanetov.
Cabe destacar que el ballet "Dos Alfombras" no es simplemente una historia escénica, sino una reflexión filosófica sobre la resiliencia humana y el poder de la memoria.
Une Oriente y Occidente, tradiciones ancestrales y el lenguaje artístico contemporáneo, transformando una leyenda en una metáfora emocional del amor eterno, capaz de superarlo todo.