El 20 y 21 de junio, en el marco del Festival Internacional de Música Operalia, la Ópera de Astaná acogerá el estreno del ballet La Bella Durmiente de Piotr Ilich Chaikovski, una de las obras más significativas de la historia del ballet mundial. El nuevo espectáculo, creado con el apoyo del Ministerio de Cultura e Información de la República de Kazajistán, promete convertirse no solo en un gran evento artístico, sino también en un acto de continuidad cultural.
La directora artística de la compañía de ballet del teatro, la Artista del Pueblo de Rusia Altynai Asylmuratova, está trabajando en la versión coreográfica.
Su versión de La Bella Durmiente es un homenaje a los clásicos, fruto de una profunda experiencia escénica y de una historia personal asociada a este ballet. En su juventud, Asylmuratova interpretó papeles clave en La Bella Durmiente en el Teatro Mariinsky, y hoy, como coreógrafa, retoma el material con una nueva perspectiva, buscando preservar la estética de la vieja escuela y, al mismo tiempo, dotar a la producción de un aire vibrante y moderno.
“Este ballet es una joya escondida del arte clásico, que combina la poesía del movimiento de Marius Petipa con la increíble musicalidad de Chaikovski. Mi tarea no es reinventarlo, sino captar y transmitir los significados subyacentes, para que la obra sea más concisa y dinámica, sin perder su profundidad ni su tradición”, afirma Asylmuratova.
El Artista Honorario de Rusia, Konstantin Zaklinsky, y Elena Sherstneva, coreógrafos cuyas trayectorias profesionales también están inextricablemente ligadas a este ballet, colaboran en la producción con ella. Todos ellos participaron en versiones icónicas de "La Bella Durmiente" en diferentes momentos, desde la de Konstantin Sergeyev hasta la reconstrucción de la producción original de Petipa bajo la dirección de Sergei Vikharev.
La parte musical de la producción está a cargo del director de orquesta Arman Urazgaliev. El diseño visual está a cargo de un equipo internacional estelar: Riccardo Massironi fue el diseñador de producción, Jacopo Pantani el de iluminación, y el vestuario se creó a partir de bocetos de la legendaria ganadora del Óscar, Franca Squarciapino. Más de 15 maestros trabajaron en su realización, y como resultado, se crearon alrededor de 400 trajes para tres elencos artísticos.
La producción adquiere un toque emotivo especial gracias a la dedicación al gran escenógrafo Ezio Frigerio, amigo del teatro y autor de docenas de obras de su repertorio. "La Bella Durmiente" se convertiría en su última obra: los bocetos fueron aprobados en vida, y su socio Riccardo Massironi completó el proyecto.
"Queríamos preservar la esencia artística, el aliento que Ezio y Franca Squarciapino pusieron en el concepto. Esta no es solo una nueva producción; es nuestro agradecimiento al maestro que tan generosamente compartió su genio con nosotros", declaró el subdirector artístico y de producción del teatro, Walter Carare.
Los solistas principales de la compañía interpretarán los papeles principales: figuras ilustres de Kazajistán, Madina Unerbayeva (Princesa Aurora) y Baktiyar Adamzhan (Príncipe Deseo). En la segunda noche, Shugyla Adepkhan y Erkin Rakhmatullaev interpretarán estos papeles.
El ballet "La Bella Durmiente", estrenado en 1890 en el Teatro Mariinsky, se ha convertido en un referente del ballet a lo largo de sus más de cien años de existencia. En una nueva interpretación en el escenario de la Ópera de Astaná, volverá a sonar como un himno a la bondad, el amor y el arte eterno, capaz de despertar sentimientos incluso después de siglos de letargo.