“Alemdi tankaldyrgan kazakh azheleri”: cómo las mujeres mayores de 60 años conquistan el podio y desarrollan la etnocultura en el extranjero

“Alemdi tankaldyrgan kazakh azheleri”: cómo las mujeres mayores de 60 años conquistan el podio y desarrollan la etnocultura en el extranjero

Según la Oficina Nacional de Estadística, actualmente viven en el país entre 2,6 y 2,7 ​​millones de personas mayores de 60 años (aproximadamente el 13-14 % de la población) y esta proporción sigue creciendo. El creciente número de personas mayores está transformando el panorama social: las generaciones mayores ya no son un grupo invisible y participan cada vez más en la vida cultural, incluso en las pasarelas.

Al mismo tiempo, el panorama de la moda se está desarrollando: más de 300 diseñadores profesionales trabajan en Kazajistán, de los cuales al menos entre 40 y 50 desarrollan estilos étnicos con un enfoque específico, combinando patrones tradicionales, técnicas artesanales y cortes modernos. Esto crea un nicho único donde la identidad nacional del país se convierte en una ventaja competitiva en los mercados globales.
Un ejemplo destacado es el proyecto "Alemdі tanqaldyrqan qazaq azhelerі", en el que mujeres de entre 60 y 74 años desfilan en las pasarelas de París y Milán con colecciones inspiradas en las tradiciones kazajas. Estas iniciativas no solo rompen con los estereotipos de la edad, sino que también ejercen un poder blando: a través de la moda, Kazajistán comunica al mundo su respeto por sus raíces y su disposición a entablar un diálogo cultural.

Así, el creciente número de personas mayores, el activo desarrollo del diseño étnico y la aparición de modelos kazajas elegantemente maduras en las pasarelas internacionales están configurando una nueva imagen del país: joven de espíritu pero culturalmente madura, donde el pasado y el futuro se funden en un único lenguaje visual.

En este contexto, la historia de Raushan Anuarbekova, diseñadora e ideóloga del proyecto "Cultura Kazajistán de Kazajistán", resulta especialmente simbólica. En un país donde el número de personas mayores de 60 años ya supera los dos millones y medio y sigue creciendo, fue la primera en llevar a mujeres elegantemente maduras a la pasarela internacional, convirtiéndolas en embajadoras de la cultura kazaja. Trabajando en la intersección de la tradición y las tendencias modernas, Anuarbekova no solo crea colecciones, sino que da forma a una nueva narrativa cultural: Kazajistán es capaz de sorprender al mundo no solo con jóvenes talentos, sino también con la energía femenina madura, la sabiduría y una belleza que no conoce límites de edad.
Este año, el proyecto desfila por las pasarelas europeas por cuarta vez, coincidiendo con el Día Internacional de las Personas Mayores de Kazajistán. Esto confiere a los desfiles una especial resonancia simbólica, enfatizando el respeto de la sociedad por las generaciones mayores y su papel en la formación de la identidad cultural del país.
Los editores de Qazaq Culture conversaron con la autora y diseñadora Raushan Anuarbekova sobre cultura y moda nacional, así como sobre la misión del proyecto.
Raushan, tu proyecto "Moda Kazajistán y el Futuro de Kazajistán" desfila por las pasarelas europeas por cuarta vez. ¿Cuál es, en tu opinión, la principal misión cultural de este proyecto para Kazajistán y el mundo? Nuestro proyecto encarna la idea del respeto por nuestras raíces, a la vez que demuestra que Kazajistán está abierto al mundo y es un país de diálogo cultural. Para nosotros, es importante que, a través de nuestras pasarelas, la gente de Europa y otros países vea no solo ropa, sino también una filosofía: la belleza de la época, la profundidad de la tradición y el poder de la energía femenina.

En una era de globalización, donde la moda a menudo estandariza las apariencias, demostramos lo contrario: cómo un código nacional puede ser, no una restricción, sino una fuente de inspiración para las pasarelas globales.

Kazajistán se encuentra hoy en la intersección entre Oriente y Occidente, y nuestro proyecto encarna este papel como puente cultural. Demuestra que el respeto por nuestras propias raíces no nos impide ser modernos; al contrario, hace que el país sea más interesante para el mundo. Las mujeres elegantes de cierta edad que suben al escenario se convierten en un símbolo vivo de la continuidad de las generaciones: llevan la memoria del pasado, pero ellas mismas avanzan, explorando nuevos espacios e inspirando a la juventud.
A través de la moda, creamos más que simples colecciones de ropa; Transmitimos un mensaje social: la madurez es un valor y la tradición es un potencial de desarrollo, no una pieza de museo. Es precisamente esta combinación —profundidad y relevancia— la que hoy atrae el interés del público europeo, que busca en la moda no solo placer estético, sino también significado cultural.
También se centraron en mujeres elegantemente maduras. ¿Por qué se convirtieron en el rostro de su colección? ¿Qué dice esto sobre la sociedad kazaja y sus valores?
Queremos demostrar que la belleza y la dignidad no entienden de edad. Estas mujeres son las guardianas de las tradiciones, los valores familiares y la memoria cultural. Su participación enfatiza que la sociedad kazaja valora la sabiduría, la experiencia y la riqueza espiritual, y la moda se convierte en una forma de transmitir esto al mundo.
Si recuerdan, desde la antigüedad, en la sociedad kazaja, eran precisamente estas mujeres las que recibían consejo; su palabra tenía peso a la hora de decidir importantes asuntos familiares e incluso sociales. Se las consideraba portadoras no solo de sabiduría mundana, sino también de un poder espiritual especial capaz de guiar a sus hermanos menores y fortalecer su linaje. Hoy, su aparición en la pasarela continúa con este antiguo rol: no se limitan a exhibir prendas, sino que transmiten un hilo invisible de continuidad, conectando el pasado con el futuro.

¿Por qué aparecen en la pasarela? Su participación subraya el valor de la sabiduría, la experiencia y la riqueza interior en la sociedad kazaja, y la moda, en este caso, se convierte no solo en una industria de la belleza, sino en una herramienta para el diálogo cultural que habla al mundo sobre el valor de la edad y la profundidad de las tradiciones nacionales.
Hablemos de la colección "Ak Marzhan"; se basa en el estilo nacional. ¿Cómo combinan las tradiciones kazajas con las tendencias de moda modernas para atraer a las pasarelas internacionales?
- Utilizamos patrones tradicionales, tejidos naturales e imágenes de la vida y la cultura kazajas, pero los combinamos con cortes modernos, colores y siluetas actuales. Gracias a esto, nuestras colecciones se dirigen al mundo en el lenguaje de la moda, sin perder su esencia kazaja.
Según el Ministerio de Trabajo y Protección Social, hoy en día más del 11% de la población de Kazajistán es de edad avanzada. Su participación activa en proyectos culturales se está convirtiendo en una tendencia importante que no solo refuerza la identidad nacional, sino que también transforma la percepción de la edad. Cabe destacar que su proyecto ya puede considerarse una marca cultural para Kazajistán. ¿Cómo, en su opinión, influyen estas iniciativas en la imagen del país a nivel internacional?

- Me alegra saberlo. Creo que nuestro éxito se debe a que el proyecto refleja el Kazajistán moderno: un país con un rico patrimonio que sabe cómo mostrarlo bajo una nueva luz. Estas iniciativas forjan una imagen positiva del país, generando interés y respeto a nivel internacional. Al mismo tiempo, el Estado desempeña un papel clave, desde el apoyo organizativo hasta la creación de plataformas culturales internacionales. La moda no es solo una industria, sino también una parte importante del código nacional, por lo que es fundamental prestarle atención.

¿Podría su experiencia convertirse en un modelo para otras regiones de Kazajistán, revelando sus códigos culturales únicos a través de la moda?

- Por supuesto. Kazajistán es un país extenso con una rica diversidad de tradiciones, artesanías y estilos. Si combinamos este potencial, podemos crear proyectos que fortalecerán aún más la presencia de nuestra cultura a nivel mundial. Según la Asociación Kazajistán de la Industria de la Moda, el número de diseñadores que trabajan con estilos étnicos ha crecido casi un tercio en los últimos cinco años, y el interés de las pasarelas europeas por las colecciones kazajas crece constantemente. Llevas muchos años representando a Kazajistán en pasarelas internacionales. ¿Cómo ha cambiado la percepción de la moda kazaja en Europa durante este tiempo?
Cuando aparecimos por primera vez en las pasarelas europeas, la moda kazaja era algo desconocido para muchos. Hoy en día, se la ve con interés y respeto, reconociendo su frescura y estética única que nos distingue de otros países. Es importante comprender la necesidad de desarrollar infraestructura: celebrar semanas de la moda completas, lanzar programas educativos para diseñadores y crear colaboraciones con marcas internacionales. Creo que Kazajistán tiene el potencial de convertirse en una plataforma para el diálogo cultural a través de la moda. ¿Qué importancia tiene involucrar a diseñadores y artesanos regionales en estos proyectos?

- Es crucial. Los artesanos regionales crean piezas artesanales únicas que constituyen un legado vivo. Su participación hace que los proyectos sean más profundos y auténticos.

Hablamos mucho sobre desarrollo cultural. Hablando de ti personalmente, ¿cuál fue tu principal fuente de inspiración para crear un proyecto con un grupo tan inusual de participantes?
- Me inspiraron las propias mujeres: su energía, su deseo de ser bellas y útiles a la sociedad, su apertura a nuevas ideas. Me di cuenta de que la moda puede darles voz a nivel mundial. Y, por supuesto, mi madre: me alegra que haya presenciado el inicio del proyecto.
Al observar tu trayectoria creativa, se podría decir que te has convertido en una embajadora cultural del país. ¿Cómo te sientes con esta responsabilidad personal?
- Siempre siento una enorme responsabilidad, porque a través de nuestras colecciones, la gente aprende sobre Kazajistán. Para mí, esto es un honor y un incentivo para trabajar aún más duro para representar al país con dignidad. Finalmente, ¿qué nuevas ideas sueñas con implementar para seguir sorprendiendo al mundo con la moda kazaja?
Quiero que el proyecto siga uniendo generaciones, regiones y culturas. Mis planes inmediatos incluyen colecciones que fortalezcan aún más el diálogo entre tradición y modernidad. Quiero que el mundo siga asombrándose con la moda kazaja.

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25.09.2025