Más de un siglo al servicio del conocimiento: La Biblioteca Nacional de la República de Kazajstán celebra su 115 aniversario

Más de un siglo al servicio del conocimiento: La Biblioteca Nacional de la República de Kazajstán celebra su 115 aniversario

En la era de la digitalización, cuando la información se vuelve efímera, las bibliotecas recuperan su importancia estratégica como espacios de memoria colectiva e identidad cultural. La Biblioteca Nacional de Kazajistán es un claro ejemplo de cómo una institución cultural puede no solo preservar el pasado, sino también moldear el futuro. No es un archivo de silencio, sino un organismo intelectual vivo donde la tradición y la innovación, el conocimiento y la inspiración se encuentran. Reflejando la evolución de la nación, la biblioteca se ha convertido en una institución de significados que influye en la conciencia cultural del país y su imagen en la arena internacional.

Este año, la biblioteca celebra su 115 aniversario, un hito que va mucho más allá de una fecha formal. La historia de la biblioteca es un camino que atraviesa épocas e ideologías, reflejando el desarrollo del propio país.

Fundada en 1910 como la Biblioteca-Sala de Lectura de Vernensky, se convirtió en un centro de educación pública. En 1931, obtuvo el estatus de Biblioteca Pública Estatal de la República Socialista Soviética Autónoma de Kazajistán, desempeñando las funciones de un depósito nacional de libros. Tras la independencia de Kazajistán en 1991, la biblioteca fue designada como Nacional, y en 2020 este estatus fue confirmado por decreto del Presidente.

Hoy en día, sus fondos superan los 7 millones de unidades de almacenamiento en 122 idiomas del mundo: desde manuscritos antiguos hasta bases de datos digitales. Es la mayor colección de conocimientos en Asia Central y un puente único entre la cultura nacional y la mundial.

La colección de libros raros y manuscritos es el corazón de la biblioteca. Más de 40.000 ejemplares únicos revelan a los investigadores la historia del pensamiento y la fe, la ciencia y la poesía.

Entre ellos, el Corán más antiguo de Kazajistán, escrito en escritura cúfica del siglo XII, la genealogía del linaje de Khodzha Ahmed Yasawi "Nasabnama", y el rarísimo manuscrito de Suleiman Bakyrgani "Hikmet Hazrat Sultan al-Gharifin", la única versión completa del "Baqyrğan kitaby" que se conserva hasta nuestros días.

Junto a ellos, las obras de pensadores orientales, incluidos los manuscritos de Alisher Navoi, las traducciones del "Shahnameh" de Ferdousi al antiguo turco y las ediciones europeas de los siglos XVI-XVII, desde el "Diálogo sobre los dos principales sistemas del mundo" de Galileo Galilei hasta el "Elogio de la locura" de Erasmo de Rotterdam.

Tal combinación convierte a la biblioteca en un archivo único de civilizaciones, donde Oriente y Occidente coexisten en un contexto cultural unificado.

Una de las áreas centrales de trabajo de la biblioteca es la colección "Kazakhstanica", un retrato documental de la nación. Aquí se recogen las primeras ediciones de las obras de Abai, Altynsarin, Valikhanov, Dulatov, Bokeikhanov y otros pensadores cuyas ideas sentaron las bases de la tradición filosófica kazaja.

En estas publicaciones, los periódicos "Қазақ", "Айқап", "Еңбекші қазақ", las revistas "Абай" y "Шолпан", se captura el proceso de formación de la conciencia nacional. No son solo documentos históricos, sino marcadores socioculturales de la época que permiten rastrear cómo se formó la identidad del pueblo a través del lenguaje, la literatura y el pensamiento público.

Como señala la directora de la Biblioteca Nacional, Gaziza Nurgalieva, los fondos de la biblioteca registran el camino completo del desarrollo de la literatura kazaja, desde las epopeyas heroicas hasta la prosa filosófica moderna. Si la poesía oral transmitía el espíritu de la estepa, la literatura de los siglos XX y XXI se ha convertido en un puente intelectual entre Kazajistán y el mundo.

Los textos de Abai, Auezov, Esenberlin y Valikhanov son el código del pensamiento cultural de la nación, expresado en categorías universales de bondad, razón y destino.

Como señalan los investigadores, obras como "Libro de las palabras" o la epopeya "El camino de Abai" demuestran que Kazajistán es un país con una profunda filosofía humanista, capaz de hablar de temas eternos: la moral, la libertad y la búsqueda del significado.

Los autores kazajos modernos están entrando cada vez más en el espacio cultural mundial. Las obras de Dulat Isabekov, Rollan Seisenbaev, Aigul Kemelbaeva, Bakhytgul Sarmekova y otros se traducen a idiomas extranjeros y suenan en festivales de Europa y Asia.

Según los expertos, esto ya no es solo un proceso literario, sino una nueva forma de poder blando (soft power), una diplomacia cultural donde la palabra se convierte en una herramienta de entendimiento mutuo.

La Biblioteca Nacional, a su vez, sirve como plataforma para este diálogo, promoviendo traducciones, cooperación y la preservación del contenido nacional en la circulación cultural global.

Cabe señalar que 115 años no son solo un testimonio de una larga historia, sino también un indicador de la capacidad de cambiar. Hoy en día, la Biblioteca Nacional es un centro de innovación en el ámbito humanitario, donde la digitalización se encuentra con la tradición y el conocimiento se convierte en un recurso abierto.

Como señalan los expertos, el verdadero valor de la biblioteca no solo reside en sus fondos, sino también en su capacidad para inspirar y educar a las generaciones.

Todo aquel que abre un manuscrito raro o un libro antiguo se convierte en participante de un diálogo vivo con la historia, un diálogo que dura ya más de un siglo y que, con cada año que pasa, adquiere un nuevo sonido en el espacio cultural mundial.

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10.10.2025