
Esta semana, se inauguró en Italia un busto de Abai, gran pensador y símbolo de la cultura kazaja. A la ceremonia asistieron Aida Balayeva, Ministra de Cultura e Información de la República de Kazajstán, y representantes del cuerpo diplomático. Monumentos y bustos de Abai se han erigido en todo el mundo —desde París y Budapest hasta Pekín y Washington— como símbolo de respeto a su legado y a los ideales universales del humanismo, la razón y la espiritualidad.
Es precisamente este legado vivo de Abai el que resuena hoy en Kazajstán. La Biblioteca Nacional Académica de Astaná presentó el libro «Urpaqqa Ulagat. Testamento para los Descendientes», que no es solo una reimpresión, sino una nueva forma de diálogo con el gran pensador. La publicación invita a los lectores a contemplar a Abai desde la perspectiva de la modernidad y los valores humanos eternos.
Conversamos con Kumis Seitova, Directora de la Biblioteca Nacional Académica de la República de Kazajstán, sobre la importancia del libro, su papel en la diplomacia cultural y la educación de las nuevas generaciones. El libro «Urpaqqa Ulagat. Testamento para los Descendientes» no es solo una reedición, sino una nueva forma de diálogo con el legado de Abai. ¿Por qué era importante presentar ahora una versión adaptada de «Palabras de Edificación»?
— En el año del 180 aniversario del gran poeta y pensador, esta publicación adquiere una especial relevancia.
Este libro no es solo una reedición, sino una interpretación moderna del legado espiritual de Abai. Ofrece la oportunidad de escuchar sus palabras bajo una nueva luz, en el contexto de nuestro tiempo, en un lenguaje accesible a las nuevas generaciones.
El objetivo principal es profundizar en la comprensión de las ideas de Abai. Después de todo, como él mismo escribió: «Quien escucha palabras sabias se vuelve sabio» (Palabra 19).
Esta versión adaptada hace que la filosofía de Abai sea accesible a todos: a quienes buscan significado, apoyo e inspiración espiritual en la cultura kazaja. No se trata solo de un libro, sino de una brújula moral, relevante hoy en día.
El libro se publica en siete idiomas. ¿Podría decirse que la Biblioteca Nacional Académica se ha convertido en un puente cultural entre Kazajistán y el mundo?
— Sin duda. El formato multilingüe simboliza la apertura de Kazajistán al mundo y el reconocimiento de la universalidad de las ideas de Abai.
Sus enseñanzas sobre la perfección espiritual, la moralidad y el respeto por la humanidad son un lenguaje universal.
Hoy, la biblioteca no solo es un depósito de conocimiento, sino también una plataforma donde los valores nacionales adquieren resonancia internacional.
Siguiendo el precepto de Abai: «Cada nación tiene algo que aprender» (Palabra 2), la biblioteca une culturas, fomentando la confianza y el diálogo a través de las palabras, el conocimiento y los libros. De este modo, se convierte en un canal para la diplomacia cultural y en una embajadora de la espiritualidad kazaja ante el mundo.
¿Cómo se relaciona la publicación de Abai con el concepto de Cultura Kazaja y la misión de Kazajistán de fortalecer su identidad cultural?
— Sin duda, el libro apoya la misión de QazaqCulture de fortalecer la identidad cultural de Kazajistán y posicionar al país en el escenario mundial como una nación con una rica herencia espiritual e intelectual. A través de la obra de Abai, el mundo descubre la profundidad de la filosofía kazaja, basada en el humanismo, la Ilustración y la moralidad.
Este tipo de proyectos no solo preservan el patrimonio cultural, sino que también lo revitalizan, haciéndolo accesible y comprensible para un público global.
Este es un paso importante en el desarrollo de la diplomacia cultural y la promoción de Kazajistán como centro espiritual de Eurasia.
El legado de Abai suele denominarse la pedagogía del alma. ¿Qué potencial ve usted en este libro para la educación de los jóvenes?
— Sí, el legado de Abai es una poderosa herramienta para la educación moral. Sus palabras sobre la conciencia, la honestidad, el trabajo y el conocimiento moldean la cultura espiritual de una persona.
Esta versión adaptada ayuda a los jóvenes a percibir estas verdades en un contexto moderno.
«Que vuestras obras sean útiles... Que haya esperanza de que vuestras obras beneficien a muchas personas» (Sermón 38).
El potencial de este libro es realmente enorme: se convierte en una herramienta pedagógica para formar individuos, ciudadanos y patriotas de su país, capaces de comprender y apreciar profundamente tanto sus propias raíces espirituales como la riqueza de la cultura mundial.
Hoy, cuando Kazajistán está desarrollando activamente la diplomacia cultural, ¿cómo contribuyen publicaciones como esta a fortalecer la imagen del país en el extranjero?
Hoy, cuando Kazajistán está impulsando activamente una política de diplomacia cultural, publicaciones como «Urpaqqa Ulagat. Testamento para los Descendientes» se están convirtiendo en una poderosa herramienta para proyectar una imagen positiva del país en el ámbito internacional. Presentan a Kazajistán no solo como un Estado con una rica historia y abundantes recursos naturales, sino también como una nación con una profunda cultura espiritual, una desarrollada tradición filosófica y una cosmovisión humanista. La traducción de las "Palabras de Edificación" de Abai a varios idiomas hace que sus ideas sean comprensibles y accesibles para personas de diferentes países, fortaleciendo el diálogo cultural y el entendimiento mutuo entre los pueblos. "Para evitar daños y obtener beneficios, es necesario aprender el idioma, obtener una educación y estudiar ciencias... Una persona que conoce el idioma y la cultura de otro pueblo estará en igualdad de condiciones con él..." (Palabra 25, p. 153).
A través de las obras de Abai, los lectores extranjeros descubren el mundo interior del pueblo kazajo, sus fundamentos morales, su forma de pensar y la profundidad de su búsqueda espiritual.
De este modo, estos proyectos se convierten en una suerte de "poder blando" de la diplomacia cultural, creando un puente de confianza y respeto mutuo entre Kazajistán y otros países. Esto es especialmente importante en una era de cambio global, donde la cultura y los libros siguen siendo los canales más fiables para el entendimiento mutuo.
El libro ha despertado el interés de académicos extranjeros. ¿Qué es, en su opinión, lo que atrae a los lectores extranjeros a la filosofía de Abai?
— En primer lugar, su universalidad.
Abai se lee en España, Francia y China. Sus ideas sobre la dignidad, la responsabilidad y el amor al trabajo son comprensibles para todos.
La publicación utiliza palabras poco comunes de origen turco, árabe y persa antiguos; esto no solo tiene valor artístico, sino también filológico.
El libro se convierte en un puente entre épocas, uniendo la lengua, la cultura y la espiritualidad del pueblo kazajo.
La biblioteca utiliza activamente formatos digitales. ¿Cómo contribuyen estos a popularizar a Abai entre los jóvenes?
— Hoy, KazNEB —la Biblioteca Electrónica Nacional de Kazajstán— pone la obra de Abai al alcance de todo el mundo.
Organizamos conferencias en línea, presentaciones de libros, retos, proyectos artísticos, charlas y maratones de poesía.
Esto ayuda a los jóvenes no solo a leer a Abai, sino a experimentar su pensamiento en un formato moderno e interactivo.
¿Podría decirse que el proyecto «Urpaqqa Ulagat» se está convirtiendo en parte de la nueva misión cultural de la biblioteca: unir generaciones en torno a la palabra kazaja?
— Sí, esa es precisamente su fortaleza. La misión de la biblioteca es unir generaciones creando un espacio cultural donde las palabras de Abai conecten el pasado y el futuro.
El proyecto "Urpaqqa Ulaqat" lo logra a través del lenguaje, el significado y los valores espirituales que permanecen eternos.
Y, por último, ¿qué palabras de Abai resuenan contigo personalmente?
— Aprecio especialmente estas palabras: "Ser responsable de los propios actos es el fundamento y la garantía del bienestar" (Palabra 4). Esta es la filosofía de una persona madura.
Y también: "Hay que aferrarse al conocimiento, esforzarse por comprender lo desconocido..." (Palabra 32).
Para mí, Abai no es el pasado, sino el presente, que nos enseña a encontrar significado en la bondad, el aprendizaje y la humanidad.