Meteorología popular de los kazajos: cómo el "amaldar" ayudó a predecir la naturaleza y a construir la vida cotidiana.

Meteorología popular de los kazajos: cómo el "amaldar" ayudó a predecir la naturaleza y a construir la vida cotidiana.

A lo largo de los siglos, el pueblo kazajo ha desarrollado su propio sistema de observación de la naturaleza y el clima. En las condiciones de una economía nómada, donde el bienestar dependía directamente del cambio de estaciones, la observación y la capacidad de predecir los cambios climáticos contribuyeron a la supervivencia y preservación de las tradiciones.

Estas observaciones se integraron en un sistema especial: el "amaldar". Los amals representaban ciertos períodos o fenómenos naturales que se repetían año tras año y servían como una especie de calendario para los nómadas. Con su ayuda, planificaban aspectos clave de la vida: desde el pastoreo del ganado y la producción de heno hasta la agricultura y la recolección de forrajes.

Beskonak: cinco días de transición

Un ejemplo notable es el "Beskonak": cinco días adicionales con los que los cronometradores kazajos "igualaban" el calendario. Este período coincidía con la frontera entre el invierno y la primavera, cuando el clima cambia drásticamente: pueden nevar, llover e incluso haber ventiscas. En estos días, el ganado no se llevaba lejos y se evitaban los viajes largos. Si "Beskonak" transcurría con calma, causaba alarma: se creía que el verano podría ser seco y pobre.

Kuralaidyn salkyny - "Frescura de las saigas"

A finales de mayo, la estepa se ve envuelta en el fenómeno de "Kuralaidyn salkyny", una ola de frío con vientos y lluvias. En esta época, las saigas comienzan a parir en masa. El viento frío ayuda a los cachorros recién nacidos a fortalecerse más rápido, y los depredadores parecen perder el interés en la caza. La gente lo veía como un signo de la armonía especial de la naturaleza.

Signos de primavera

La primavera en la meteorología popular es rica en símbolos:

"Kus kanaty" ("Ala de pájaro") - finales de marzo, cuando regresan las aves migratorias y comienzan las lluvias.

"Kyzyr kamshysy" ("Látigo de Khyzyra") - tormentas eléctricas de abril, símbolo de la nueva energía de la naturaleza.

"Tobylgy zhargan": un viento frío de finales de abril, cuando la reina de los prados comienza a florecer y la tierra cobra vida.

"Börîsyrgák": una ola de frío en marzo, que coincidía con la época de apareamiento de los lobos. Si había una tormenta de nieve en esa época, se esperaba el inicio de la primavera.

Verano y otoño: calor y "Sumbile"

Un símbolo cálido del verano era "Kyryk kün shilde": un calor de cuarenta días desde mediados de julio hasta mediados de agosto. Esta era la época de la henificación y la preparación del forraje.
Le seguía "Sumbile amali": finales de agosto y principios de septiembre, asociado con la salida de la estrella Sirio. La aparición del frío matutino y las primeras heladas anunciaban la llegada del otoño y el comienzo de la cosecha.

Señales invernales

La época más dura se consideraba "Akpan-tokpan": las últimas semanas de febrero. Las tormentas de nieve y los vientos penetrantes dificultaron este período para las personas y el ganado. Pero la gente sabía que la primavera llega después del "tokpan".

Un conocimiento avalado por siglos

Cada "amal" no solo era un punto de referencia meteorológica, sino también parte del código cultural de los kazajos. Se trata de una especie de meteorología popular, donde las observaciones de la naturaleza se combinaban con mitos, creencias y conocimientos prácticos. Gracias a ellos, los nómadas pudieron adaptarse al clima caprichoso de la estepa y planificar sus cultivos para el año siguiente.

Hoy en día, el interés por los "amal" no ha disminuido: los etnógrafos ven en ellos una rica capa de cultura tradicional, y los ecologistas, una prueba de la coexistencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza.

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02.09.2025