Sultan-Akhmet Khodzhikov es un director que capturó el alma del pueblo kazajo en la pantalla. Sus películas no solo contaban historias, sumergían al espectador en la atmósfera de la época, transmitían el espíritu de generaciones y glorificaban la cultura nacional.
Born en 1923 Aulie-Ate (ahora Taraz). El destino de su familia no fue fácil: en 1938, su padre fue reprimido y él mismo atravesó la Gran Guerra Patria. Después de la guerra, Sultan-Akhmet comenzó su trabajo creativo con dibujos animados en los periódicos, pero pronto su camino lo llevó al cine.
En 1952 se graduó en VGIK, estudiando con los grandes maestros Lev Kuleshov y Alexander Dovzhenko. Desde 1953 comenzó a trabajar en un estudio de cine en Alma-Ata, que más tarde se convirtió en el famoso cine kazajo.
Su debut como director fue la película Mother and Child (1955). Pero la verdadera fama le llegó gracias a la película Kyz-Zhibek (1970), grandes historias kazajas sobre el amor, filmadas a una escala asombrosa. Esta película se ha convertido en un clásico del cine nacional y conserva su encanto en la actualidad.
Filmó no solo películas históricas y épicas, sino también imágenes sobre la vida moderna: "Somos de Semirechye" (1958), "Si cada uno de nosotros" (1961), “Vidrio real” (1965). En sus obras sonaban la voz del pueblo, las tradiciones y el espíritu de la estepa kazaja.
Sultan-Akhmet Khodzhikov no fue solo un director: fue un cronista de su tiempo, que creó obras que no pierden su relevancia. Su contribución al cine kazajo no tiene precio y las películas aún inspiran a los espectadores por su profundidad, sinceridad y belleza.